En la entrada de hoy nos detendremos a analizar el nuevo lanzamiento de Crimson Moonlight: Abbadon. Nos encontramos ante un EP de 3 canciones cargadas de energía y de decibelios. Abbadon de Crimson Moonlight ha gestado una breve obra conceptual a modo de desapoderado himno en tres partes (relacionado, como no podía ser de otra manera, con la división tripartita de la Sagrada Trinidad).
Wings of Death
La obra comienza con un guitarra distorsionada haciendo un trémolo al más puro estilo Black Metal y precede al estallido de la tempestad que golpea segundos después. Wings of Death es un tema que no da un respiro y asienta las bases de una creación que va a destacar especialmente por la vehemencia y brutalidad de sus canciones. A pesar de estar ante una composición que busca lo extremo, se aprecian contrastes tímbricos y diferentes secciones, lo cual le otorga un extra de calidad compositiva. Una pista rotunda, con una presencia imponente y con un carácter extremo que provocará más de un escalofrío.
Akal Abbadon
Akal Abbadon comienza con una introducción típica en el género que vaticina una explosión sonora en la estrofa. El golpe es máximo gracias al efecto producido por el breve silencio que precede al inicio en sí del tema. Baterías a máxima velocidad, guitarra en trémolo constante y hasta un ruidoso y cacofónico solo, convierten Akal Abbadon la espina dorsal del proyecto. Las partes de la canción están bien gestionadas de manera que se vuelven a generar crestas y valles en la forma del tema, lo que añade interés a esta pista.
Jackals
Abbadon culmina con una pista igual de contundente que sus predecesoras. Jackals comienza algo más tranquila, pero tarda poco en descargar su rabia con un penetrante Blast beat. Como elemento destacable, Jackals cuenta con una sección central en la que el vocalista nos sorprende gratamente con unos guturales profundos, no tan habituales en el género, donde es más común emplear los agudos y rasposos.
Conclusiones de Abbadon de Crimson Moonlight
Estamos ante una obra que podemos categorizar sin ninguna duda como extrema, pero sin por ello caer en lo repetitivo o monótono. Me ha gustado mucho a nivel musical y conceptual (no todos los días nos encontramos ante una banda de Black Metal cristiano tan contundente) pero que recomiendo consumir como la comida picante; en pequeñas dosis, ya que puede llegar a abrumar.
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