Está claro que un concierto en cuyo cartel aparezcan las palabras «Apocalyptica» y «Metallica» va a ser todo un espectáculo. Eso es lo que esperábamos con la visita de los finlandeses Apocalyptica a la sala Santana 27 de Bilbao el viernes 15 de noviembre y, desde luego, no decepcionaron. Aquí tienes la crónica de Apocalyptica en Bilbao.
Como ya sabrás, este bolo formaba parte de la gira Apocalyptica plays Metallica vol. 2 Tour 2024. y es la primera de las tres únicas fechas que los finlandeses tienen cerradas en nuestro país.
Apocalyptica: intensos y muy divertidos de principio a fin
Tras el concierto de los teloneros Artics, al que no asistimos, Apocalyptica saltó al escenario puntualmente a las 21:30 h, con la sala Santana a rebosar de gente. Los tres integrantes del grupo, tres cellos y el batería: más que suficiente para dar caña durante las casi dos horas que duró el concierto.
Sin muchas ceremonias, los chicos Apocalyptica arrancaron con Ride the Lightning, con muchísima energía y, desde el principio, animando al público a cantar, corear e involucrarse en el espectáculo. Un espectáculo, además, con numerosos juegos de luces que se combinaban a la perfección con la música.
Tras Enter Sandman y Creeping Death, con Apocalyptica manteniendo el nivelazo, salimos del foso desde el que estuvimos haciendo fotos y nos juntamos con el público.
En ese momento se produjo una breve pausa, durante la que Eicca Toppinen, miembro fundador del grupo, explicó por qué Apocalyptica se había lanzado, tras tanto tiempo, con un nuevo álbum de versiones de Metallica.
Según dijo, no querían volver sobre los temas del grupo americano -del que recalcaron que son grandes fans- hasta que sintieran que realmente podían aportar algo nuevo con sus versiones.
El concierto siguió con The Call Of Ktulu, todo un temazo, pero el momento en el que llegó la locura fue, sin duda, dos temas después, con Master Of Puppets. Toda la sala Santana coreó, a una voz, el «Obey your master!».
El siguiente tema fue, cómo no, Nothing Else Matters, mucho más suave, pero, de nuevo, cantada por todo el público. Una versión sin duda increíble, íntima y a la vez majestuosa del mítico tema de Metallica. Y continuamos con Seek and Destroy, rápida, cañera y con los chicos de Apocalyptica dándolo todo.
En una nueva pausa, el grupo aprovechó para presentarse y, al mismo tiempo, despedirse, antes de entrar con el tema final, el largo y épico One, con un impresionante videoclip proyectado al mismo tiempo en la pantalla situada detrás de la banda.
El concierto terminó a las 22:55 h., sin bises pese a los inevitables gritos de «Beste bat!» del público. Una pena, ya que fue, sin duda, uno de esos conciertos que saben a poco y en los que podrías quedarte una o dos horas más sin darte ni cuenta.
Un auténtico show, en definitiva, el que Apocalyptica ofreció en Bilbao: intenso, divertido y potente de principio a fin, con un sonido excelente y una puesta en escena también de diez. Tras su último tema, Toppinen prometió al público que pronto estarían de vuelta y, por nuestra parte, solo podemos esperar que sea cierto.
(Fotos: Sergio Orbea @azerigrisa para Rockforeveryone).
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