Reseña de The Last Will and Testamen de Opeth

The Last Will and Testamen portada

La inclasificable banda sueka liderada por Mikael Åkerfeldt, vuelve con una nueva obra en la que despliegan todo eso que sus fans llevan años esperando. Un disco conceptual en el que regresan los growls, los arreglos folks, y esos interludios musicales que son una auténtica delicia. Esta es nuestra reseña de The Last Will and Testament, el nuevo disco de Opeth.

Así suena The Last Will and Testament, el nuevo disco de Opeth

Hacer una reseña de un disco de Opeth no es sencillo. Es como enfrentarse a una obra de arte con miles de detalles que, ya de por sí, llaman tanto la atención que merecerían su propio artículo completo. Por eso voy a enfocar esta crítica de una manera poco habitual, hablando del disco en general, en lugar de ir canción por canción.

The Last Will and Testament es una obra conceptual que nos sumerge dentro del testamento de un patriarca rico que muere en el periodo de entreguerras en Europa. Cada una de las siete primeras canciones es un párrafo de dicho testamento, a través de los cuáles se van desvelando oscuros secretos familiares. La última canción, A Story Never Told, es una especie de epílogo a la historia.

A nivel musical, el álbum es tremendamente rico. Creo que podría describirlo como un «musical folk estrafalario con ramalazos de death metal y agresivos guturales». ¿Sirve como definición? Espero que sí, porque creo que es imposible contemplarlo de otra manera. Desde su primer minuto, Opeth despliegan todo su arsenal compositivo en cada pasaje, en cada ritmo, en cada interludio. A estas alturas no vamos a descubrir la genialidad de Mikael Åkerfeldt, pero sí que conviene ponerle en valor. Claro que Opeth es una banda reconocida, con un estatus impresionante. Pero no se nos puede olvidar de que allí arriba, en la fría Suecia, vive uno de los mayores genios compositivos que ha dado la historia del metal. Y todo este disco es una demostración descomunal de cómo el genio de Åkerfeldt se despliega por encima de modas y tendencias.

Un disco gourmet para todos los públicos

Opeth no es una banda cualquiera. Y aunque muchos la incluyan dentro del progresivo, para generalizar, es complicado etiquetarles. Opeth hacen MÚSICA, así en mayúsculas, y en todo el sentido de la palabra. Este The Last Will and Testament puede fascinar al fan de The Who que no ha escuchado a los suecos en su vida, pero también a aquellos que llevan tres décadas siguiendo las andanzas de Åkerfeldt y los suyos. Contentar a todos no es fácil, pero si existe esa posibilidad, este nuevo disco se queda muy cerca.

Hay pasajes que son evocadores, otros más disruptivos, hay guturales, hay solos trepidantes, hay secciones orquestales y acústicas… ¿Qué más se le puede pedir a este grupo? Los arreglos, las armonías, son un laberinto de notas que parecen imposibles de entenderse, pero que terminan funcionando como por arte de magia. Claro que hay donde unos ven magia, otros ven talento. Y sí, me repito mucho, pero es que el disco es, al menos para mí, una obra potentísima, sin lugar a dudas dentro del top 5 de los lanzamientos de este 2004. Repleto de ideas imaginativas, trayendo de vuelta el espíritu casi olvidado de aquella banda que se ganó al mundo entero a finales de los 90 y principios de los 2000, Opeth ha marcado un nuevo hito con este disco.

El decimocuarto álbum de estudio que graban, recordémoslo. Que a estas alturas y con 34 años de historia el grupo siga alcanzando este nivel compositivo y técnico es para echarse a llorar de felicidad. Porque además, como las bandas grandes, Opeth nunca falla, pero siempre es capaz de sorprenderte cuando menos te lo esperas.

Aquí te traemos la reseña de The Last Will and Testament, el nuevo disco de la banda sueca Opeth, que se ha colado entre lo mejor del año.

Conclusiones de la reseña de The Last Will and Testament

No quiero terminar la reseña de The Last Will and Testament sin sacar, al menos, algún pero. En ocasiones, las partes limpias de voz me suenan un poco llanas, sin mucho gancho, y nohablo de potencia, sino más bien, de armonía o musicalidad en sí. Están puestas al servicio de todo lo demás, por supuesto, pero es simplemente por buscar algo que no sea jodidamente espléndido y sobresaliente en este disco. Conclusión: si te gusta Opeth, vas a disfrutar como un niño el día de Reyes, y si no te llama demasiado la atención… dale una oportunidad, porque te puedes llevar una muy agradable sorpresa con este disco.

Si te ha gustado la reseña, no te pierdas la entrevista en exclusiva con Rulo de Rulo y La Contrabanda, así como el nuevo episodio de nuestro podcast, Rock y Otras Drogas, que viene cargado de novedades. También os recomiendo ir al Christmas Metal Fest 2024 en Bilbao, con Debler Eternia y más.

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