Lo nuevo de Simone Simons, la conocida vocalista, ya está aquí: Vermillion es el primer álbum en solitario de la neerlandesa, en colaboración con Arjen Anthony Lucassen (Ayreon), su colaborador de siempre.
Simons, que lleva más de dos décadas en Epica, sin duda es toda una institución dentro del mundo del metal y no creo que quede nadie que no reconozca su característica voz nada más empezar a escucharla. De hecho, si estás leyendo esto y no sabes de quién estamos hablando, bueno… ¿Bajo qué piedra has estado viviendo? 😉
Bromas aparte, con un currículum como el suyo no es de extrañar que la idea de un nuevo trabajo de Simone Simons en solitario haya despertado una gran expectación. Y ahora que Vermillion está en la calle, la pregunta es inevitable: ¿está a la altura de lo que esperábamos?
Si tienes curiosidad por saberlo, sigue leyendo: vamos a contarte qué nos ha parecido Vermillion, el primer disco en solitario de Simone Simons.
Sobre Simone Simons
Como decíamos, probablemente no hay nadie que no conozca a Simone Simons. La vocalista neerlandesa lleva dos décadas cosechando éxitos al frente de la banda de metal sinfónico Epica, en la que entró con solo 17 años, y ha colaborado con muchos otros grupos, desde Kamelot hasta Primal Fear.
Con su potente y operística voz, su carisma sobre el escenario Simons se ha labrado una larga y fructífera carrera que ahora parece que continuará ampliándose no solo frente a Epica -grupo que, ella lo ha dejado claro, sigue siendo su prioridad al 100%- sino también en solitario.
Mi impresión sobre Vermillion
Lo cierto es que, pese a todas las expectativas, ya adelanto que Vermillion es un disco que me ha dejado sensaciones encontradas.
Todo el arte del álbum, así como la campaña de marketing que lo ha acompañado, están muy asociados al color rojo, y una imagen entre desafiante y peligrosa (no hay más que ver la portada del álbum), pero el contenido de Vermillion es, de hecho, muy poco peligroso.
¿A qué me refiero con esto? Es un disco potente, ojo, con unos cuantos temazos que seguirás escuchando durante meses, pero, al mismo tiempo, transmite una sensación de seguridad, es decir, de que Simons se ha movido en todo momento por terrenos conocidos.
Si una persona cualquiera escuchase Vermillion sin tener ningún tipo de contexto, seguramente pensaría que es un nuevo disco de Epica o de Ayreon, dependiendo del tema. Y esto es genial, porque ambas bandas son tremendas, pero quizás aquí Simons ha perdido la oportunidad de experimentar un poco más.
Vermillion es un disco que empieza con mucha fuerza. Aeterna, el tema inicial, trata sobre la explosión de una supernova y deja claro que las habilidades vocales de Simons, que siempre han sido sobresalientes, no dejan de mejorar con la edad.
Los sintetizadores y toques electrónicos presentes en este tema, e incluso más en los siguientes, son la evidencia de que nos encontramos, como decía, frente a un diálogo entre los estilos de Epica y Ayreon. Un diálogo muy interesante, sin duda.
Tras esta apertura llegan temas como In Love We Rust (100% Ayreon y muy pegadizo), la potente colaboración con Alissa White-Gluz, Craddle To The Grave -probablemente mi favorita del disco, con esas voces guturales- y la mucho más relajada Flight Or Fight.
Esa primera parte del disco es probablemente la mejor y más inspirada, pero de la segunda mitad destacaría temas como The Weight Of The World, Vermillion -un tema en el que Simone Simons demuestra de nuevo su poderío vocal- y, finalmente R.E.D.
Más allá de esos trallazos, en esta parte del álbum el resto de temas me han parecido discretos, casi diría que un poco más “olvidables”. Son igualmente buenos (todo el disco tiene un altísimo nivel, como ya decía) y escuchar a Simone Simons siempre es, en cualquier caso, un placer. Pero seguramente no son canciones a las que volverás en unos meses.
Vermillion es, en conclusión, muchas cosas: un muy buen álbum, un conjunto de temas que te harán disfrutar mucho y, para Simone Simons, un digno primer trabajo en solitario que, sin embargo, no arriesga en exceso. Esto tiene su parte buena y su parte mala, pero, en cualquier caso, son 46 minutos que vas a disfrutar mucho.
Fotos: web oficial de Simone Simons.
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