Tras una larguísima espera, I See Stars rompe el silencio con The Wheel. Aquí os traigo la reseña de The Wheel, un álbum que marca su regreso definitivo al electronicore. No hubo silencio total, porque los lanzamientos de 2023 y 2024 ya anticipaban The Wheel. Parte del material de aquellos EPs aparece ahora en el nuevo disco, pero integrado dentro de un concepto mucho más desarrollado. La banda diseñó este para ser escucharlo de principio a fin. Tras atravesar pérdidas personales y problemas de salud, la banda refleja su crecimiento musical y a la vez ofrece una mirada más íntima a sus vivencias.
Pero antes de adelantarnos a lo que vinimos aquí, vamos a presentar un poco a la banda para quienes no estén tan familiarizados. I See Stars es una banda ampliamente reconocida dentro del género electronicore que fue originaria de Warren, Michigan, y formada en 2006. Fue fundada por los hermanos Devin Oliver (voz) y Andrew Oliver (teclado) junto a Brent Allen (guitarra) y Jeff Valentine (bajo). Después de una larga pausa (nada más y nada menos que nueve años), I See Stars regresa con su nuevo álbum, The Wheel.
En esta reseña de The Wheel quiero profundizar en cómo el disco combina elementos futuristas con momentos de vulnerabilidad y potencia. La producción está llena de detalles sintéticos que transmiten un aire futurista y casi distópico. El disco cambia constantemente de personalidad, rescatando elementos de discos anteriores y, al mismo tiempo, mirando hacia el futuro. Por momentos recuerda a la experimentación de Treehouse, pero con una madurez que conecta más con la intensidad de Digital Renegade.
Aparecen pianos, guitarras brillantes como en Flood Light, o experimentaciones más intensas como en Carry On For You. La pérdida del tío de Devin y Andrew inspiró este último tema, que introduce texturas de drum and bass sin perder emotividad ni esperanza. Incluso temas como Anomaly y Nova (que podrían pasar desapercibidos en una primera escucha) aportan transiciones que mantienen la cohesión del álbum. El orden de las canciones está diseñado para sentirse como un viaje. Comienza con energía explosiva, se sumerge en momentos más oscuros e introspectivos y vuelve a emerger hacia una catarsis final.
Si tuviera que ponerle un pero, sería en algunas letras. A ratos se sienten repetitivas y quizá podrían haber sido más ambiciosas, aunque se nota muchísimo la pasión con la que están escritas. Ese equilibrio entre lo técnico y lo emocional es lo que hace que, incluso con letras sencillas, The Wheel funcione como un todo y tenga tanto impacto. Eso no quita que me flipe este disco: canciones como Float o Split tienen un clímax y una recompensa que enganchan muchísimo. Incluso los temas no lanzados como singles sorprenden, porque no suenan como simples canciones pesadas sin voces duras, sino como piezas sólidas de alt-metal con voces que encajan a la perfección.
Fiel a su nombre, The Wheel es un torbellino hipnótico de sonidos futuristas. Convierte en música la vulnerabilidad, la responsabilidad, el destino y el trauma, logrando una narrativa clara y bien definida. En la superficie, es un disco potente que invita a mostrar la mejor cara, pero bajo su peso instrumental late una historia muy humana. Para mí, no solo es un regreso, es una declaración de que I See Stars todavía tiene mucho que decir.
Para finalizar os dejo aquí la playlist de las canciones de nuestros chicos.
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