El pasado 1 de Marzo se juntaron en la sala Inferno’s las bandas Wartimes, Blastdick y Oxicorte para dar un concierto de hardcore y metal extremo que no dio tregua a mis oídos.
Wartimes comienzan con una base rapeada y atmósfera de tensión, listos para dar toda la agresividad que se le puede pedir a esta banda de hardcore.
Las canciones son tremendamente rítmicas y violentas, llenas de breakdowns y riffs graves, solamente separados por cortos parones en los que el vocal puede añadir algo inteligible, pues en su mayor parte su voz es rasgada y gritada. La energía del concierto se basa en soltar toda la adrenalina y mala hostia que te puede caber entre pecho y espalda. Tocan alguna cover de hardcore clásico, de donde salen claramente sus influencias. Durante todo el concierto mantienen este nivel alto, transmitiéndolo al público y llevando una dinámica muy buena para el estilo. Solo puedo decir, como aspecto negativo, que el sonido es excesivamente saturado y alto, tanto en guitarras como en voz. Su bajista, Hamsa, es el guitarrista de Oxicorte, la banda que tocó al final del concierto.
Los Blastdick comienzan directamente a dar caña, con un bonito gorro de medusa multicolor. Sorprendentemente, la banda está formada por únicamente voz, batería y guitarrista. Pero les es más que suficiente para hacer canciones de death metal, llenas de blast beats, parones repentinos, grooves acelerados, riffs rápidos y complejos, alternados con otros sencillos y graciosos, voz gutural grave y más parones jocosos. Sus canciones son rápidas, caóticas y con cambios aparentemente aleatorios que le dan un toque humorístico perfecto. En definitiva, la banda ha dado un rato de entretenimiento perfecto para amantes del género y un par de risas.
Los chavales de Oxicorte hacen una pequeña intro de sintes, seguida de un fill fugaz de batería. Tras esto, todas las canciones son pura magia de tralla de death metal con blast beats y velocidad. Aplaudo al joven de tan solo 16 años que se toca unos grooves rápidos pero adecuados, de lo mejor que se ha oído esta noche. Las guitarras alternan sus riffs con trémolo (esto es, acribillar las cuerdas con la mano de la púa) a otros con más sentido del ritmo pero sin perder la adrenalina. Una pena que fueran los últimos y tuvieran tan poco repertorio para esta noche.
En resumen, ha sido un concierto fantástico, con un sonido casi impecable para la capacidad del garito y un ambiente muy acogedor en una noche de viernes en Móstoles. Solo he echado de menos inferior volumen de voz, que tapaba el resto de instrumentos, a pesar de ser grave y terrorífica.
Escrito por Defts.
Fotos de carlosandresestrada.