La gente se agolpaba en la entrada de la sala Mon para disfrutar de tres bandas míticas como los tres ángeles del apocalipsis: los madrileños Arwen, Opera Magna y los veteranos brasileños, Angra.
Arwen: “Like a Stone” frente a la erosión del Metal
Lo primero que me sorprendió, pese a llegar con cierta antelación antes de la apertura de puertas, es como comenzó el concierto de Arwen de forma vertiginosa. En cuanto entraron a escena los madrileños comenzaron a caldear el ambiente con la contundencia de su buen hacer.

La banda lleva casi 30 años elaborando una propuesta de rock melódico progresivo con power metal que se ha ganado un puesto de honor en el panorama nacional, sabiendo capear y evolucionar su rock a los gustos cambiantes de los años. El concierto de Arwen fue breve pero intenso, tocaron muchos temas de «Soul’s Sentence», el último disco que auto produjeron hace algunos años. Arrancaron con «Hollow Days», el tema con una melodía pegadiza y que irradia optimismo afianzó la buena acogida del grupo. Los temas se fueron sucediendo en una espiral de sonido desbocado alternando temas como «Dance of Souls» del álbum «Illusions» y «Dreamland», incluido en su disco «Memories of a Dream». Terminaron con «Torn from Home» de su último álbum. Este tema con un sonido más pesado y melodías más elaboradas me recuerda mucho a los primeros discos de Arwen. Aquí como siempre el desempeño vocal de José Garrido, colmó mis expectativas. Después de ver a la banda madrileña sobre el escenario a uno le entran ganas de darle una reescucha a su discazo, «Soul’s Sentence».

El directo de Arwen de diez, pero la luminotecnia del evento, el aforamiento del escenario y el sonido, para mi gusto hubiera sido mejorable. Aunque con estas opiniones, también me gusta llamar al buen juicio y destacar que muchas de las promotoras no lo tienen fácil para programar determinados tipos de eventos que no han sucumbido a la presión “de la mirada al cielo y el perreo hasta el suelo”. Cualquier ocasión para rendir culto a la religión del rock debe ser bienvenida.
Opera Magna: “Maravigliosa Creatura” Desbocada
Rápidamente Opera Magna, comenzó a cautivarnos con sinfonía vocal. Los valencianos se desenvolvieron sobre el escenario de forma notable. Destacar aquí la mezcla interpretativa que hicieron de sus nuevos trabajos, álbum «Heroica», con temas más afianzados provenientes de su disco, «Del Amor y Otros Demonios». Mención especial a la interpretación de temas nuevos como «La Muerte de un Poeta», tiene todo el influjo lorquiano que conjuga de manera magistral la belleza y la muerte tan presente en toda la obra del poeta y dramaturgo granadino.

Por desgracia, casi sin apenas darme cuenta, llegó el tema que puso el broche final a su actuación, «La Herida». Aquí el inconfundible sonido power metalero, con riffs de guitarra cabalgando melódicamente desbocados mientras su contundente baterista, Adrián Romero, marcaba el galope a golpe de blast beats. Destacar también el buen trabajo de Nacho Sánchez a los teclados. Opera Magna tuvo una buena actuación, fue un lujo poder disfrutar su directo.
Angra: La Emoción del Power Metal a Flor de Piel
Las pruebas de sonido para Angra se dilataron un poco pero antes de empezar a sentir tedio, la banda deslumbró en el escenario gracias al buen hacer de su cantante Fabio Lione, posiblemente una de los mejores cantantes de Power Metal. Siempre me ha maravillado de Fabio como entró en la épica del power metal después de pasar por el eurobeat, esos sonidos dance quema pistas que lo dieron todos desde lo 80. Creo que eso define mejor que nada su gran versatilidad musical y talento profesional.

Fabio se metió al público en el bolsillo, interactuando de forma espontánea y amigable mientras entre canción y canción, chapurreaba un buen español e incluso bromeó con la posibilidad de hablar “portuñol”.
Qué decir de Angra, con una carrera plagada de éxitos en 30 años, con 9 discos en la mochila y cambios varios en su formación siguen teniendo un directo muy potente. Destacar las actuaciones y compenetración a las guitarras de Raffael Bittencourt y Marcelo Barbosa.

Los brasileños ofrecieron un tour emotivo por toda su discografía pero donde cabría destacar las interpretaciones de seis temas de su nuevo disco «Cycles Of Pain», una suerte de jardín de las delicias sobre el dolor humano y sus estados. El sonido de este nuevo disco suena más elegante y contundente que sus anteriores discos. Disfruté especialmente con «Tide of Changes», creo que la voz de Fabio y el bajo de Felipe Andreoli, configuran posiblemente uno de los mejores temas del disco que mantiene todo el bouquet sonoro de Angra. Luego dieron paso épicamente a «Dead Man on Display», creo que al batería, Bruno Valverde, habría que hacerle la ola al interpretar el tema. Hubo también momentos bastante emotivos que me pillaron por sorpresa, como cuando Fabio arengó al público a levantar sus móviles. Echo de menos que fueran mecheros, llamadme romántico, y moverlos a la cadencia de la balada «Bleeding Heart».
Ver a Angra fue un lujo aunque me hubiera gustado poderlos disfrutar en un escenario más amplio, cuando un grupo tiene tanta arte en directo y vives para la música, te gustaría poder ver desbocado sobre el escenario todo su poder sonoro. Qué decir del final, una mezcla perfecta de dos himnos de esos que te hace dudar de si la vida es sueño, «Carry On» y «Nova Era». Imposible no emocionarse con estos dos himnos que dejaron un profundo eco en el recuerdo. Fabio no pudo evitar despedirse con un “Gracias Madrid”.
Poder presenciar tanto virtuosismo sonoro en un mismo escenario fue un regalo caído del cielo, a veces un poco ensombrecido por detalles técnicos, pero memorable en todos los sentidos. Como el disco de Angra, en la vida hay «Cycles of Pain», pero poder disfrutar de estas tres bandas juntas en el escenario, es una de esas medicinas que cura el alma metalera que todos llevamos dentro.
Redacción por Henrique Pratas.
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