El pasado 11 de Enero pude asistir al concierto de uno de mis grupos favoritos, que en compañía de otros grandes, apuntaba a ser un evento memorable. Desgraciadamente no fue así y el concierto me dejó una sensación agridulce. En esta crónica de Dark Funeral en Madrid os cuesto como fue el evento.
Los invitados
Cuando uno ve el cartel de aquél concierto, es difícil explicarse el «chasco» que me llevé aquella noche. Todo ello lo comentaré al final, ya que ahora me quiero centrar en los invitados que acompañaban a Dark Funeral.
Kami no Ikari abría el evento y sobre sus hombros recayó la tarea de caldear el ambiente. Con su estilo Death Core melódico, pero contundente, dejaron el listón bastante alto. Arreglos orquestales, temática oriental y riffs rabiosos y enérgicos son su sello de identidad, y en esta ocasión nos agasajaron con temas de su último disco; Godly Oath, Interitus, Theophobia (entre no muchos otros) metieron al público en ambiente.
A la banda francesa, le siguieron lo veteranos Ex-Deo, con toda su parafernalia romana incluida. En mi opinión, los más «aburridos» de la noche, detalle claramente no compartido por el resto de asistentes. Claramente, era otra de las bandas más esperadas de la noche, y el público supo estar a la altura. Realizaron un breve recorrido por su discografía, tocando temas tales como Imperator, The rise of Hannibal, I Caligvla…
La verdadera novedad de la noche
Llegaba el zénit del evento y era el turno de los italianos Fleshgod Apocalypse, que comenzaron su actuación de manera espectacular con su tema Ode to Art. Alternando temas más antiguos, como Minotaur, con sus más recientes singles, el público pudo experimentar una de las propuestas más interesantes de la noche.
En su actuación se pudo notar la «frescura» de la banda, así como la calidad musical de sus integrantes. Estamos hablando de un grupo que se caracteriza por ritmos rápidos, voces operísticas y complejos arreglos orquestales. Mención especial al momento «Wall of Death» que supieron arrancar al público al comienzo de The fool. Lamentablemente no pudimos escuchar muchos temas más y justo cuando se alcanzaba el clímax, la actuación terminó.
Dark Funeral: el plato fuerte
Llegaba el momento que todos esperábamos: era el turno de Dark Funeral de subirse al escenario. Confieso que no soy un gran seguidor de la banda, pero siempre han rondando mi lista de reproducción tres o cuatro temas suyos. Dark Funeral celebraba en esta ocasión sus 30 años de andanzas, y la verdad que me llevé una grata sorpresa con el desempeño de la banda. Es difícil sorprenderse de la precisión y rapidez de un baterista justo cuando acaba de bajarse del escenario alguien de la talla de Eugene Ryabchenko (Fleshgod Apocalypse), pero es el primer detalle que quiero destacar. La banda sueca no se caracteriza por tener ritmos complejos, guitarras intrincadas, o desarrollos amplios y elaborados, pero es en la sección rítmica donde me dejaron boquiabierto. Sobre esta base demoledora, Dark Funeral construye una actuación arrolladora, que impacta desde la primera a la última fila.
Tras un abrupto comienzo con fallos en el micro (algo imperdonable en mi opinión, puesto que para eso se hacen las comprobaciones previas) todo siguió su ominoso y satánico curso. Como no podía ser de otra manera, la banda abrió con Nosferatu. La locura se había desatado y desde ese primer instante, todo fue in crescendo.
La banda nos agasajó con los grandes temas de su dilatada carrera, contribuyendo a crear en los asistentes una especie de éxtasis colectivo, externalizado a través de intensos «pogos». A destacar los temas The Arrival of Santan’s Empire, My Dark Desires, Unchain my Soul y Let the Devil in, por supuesto. Una actuación que terminó por todo lo alto y a pesar de culminar una jornada con un total de 4 bandas y, contra todo pronóstico, consiguieron exprimir hasta el último ápice de energía de los asistentes .
No es oro todo lo que reluce
Desgraciadamente, y como os aventuraba al principio, no puedo acabar esta crónica de Dark Funeral en Madrid sin agregar una nota agridulce. No quiero que los lectores se piensen que no disfruté el concierto, todo lo contrario, pero hay una decisión que se tomó que no logro comprender y que empeoró notablemente la experiencia.
Sobre el papel, el evento contaba con todos los ingredientes para ser memorable: un gran cartel, 4 bandas y precio razonable (incluso las consumiciones). Entonces…¿Como es posible que algo saliese mal? Bueno pues aquí estoy yo para hacer esa reflexión. Cuatro bandas sobre el escenario no es cosa baladí, e implica una buena logística y gestión de los tiempos, y es en este último aspecto donde la experiencia se arruinó casi por completo. Los invitados tuvieron que tocar deprisa y corriendo, contando en el caso de Kami no Ikaria con apenas 25 minutos de actuación. Esto me parece un insulto. ¿Por qué tantos invitados si no voy a poder disfrutarlos como se merece?¿Qué sentido tiene que incluso los cabeza de cartel apenas tocasen 1 hora? Cuando estás empezando a entrar en ambiente, se acabó el tiempo, y te aguantas. Aquí dejo esta pequeña reflexión para los lectores
Espero que os haya gustado esta crónica de Dark Funeral en Madrid en la que quiero terminar agradeciendo al equipo de Get Rock por su atención y ayuda a la hora de solucionar los imprevistos que surgieron con mi acreditación para el evento.