Si por algo se caracteriza Gorillaz, aparte de por su «virtualidad«, es por la increíble fusión de recursos de distintos género que suele emplear en sus canciones. «Cracker Island» nos ofrece un mensaje críptico, en sintonía con la mitología de la banda, combinado con una producción exquisita y unas colaboraciones de altísimo nivel.
«Cracker Island»: una fusión infinita
No me cansaré de decirlo: si hay algo que me gusta de este tipo de producciones, es el buen gusto a la hora de combinar estilos. En su nuevo álbum, Gorillaz no solo aporta si toque personal de siempre, si no que es capaz de adaptar cada canción al estilo del artista que colabora en cada tema. A modo de paradigma, tenemos la canción de Tormenta en colaboración con Bad Bunny. Este tema se nos presenta con una sonoridad que recuerda a la Bossa Nova, pero sin embargo no desentona para nada con el estilo del cantante puerto riqueño, a pesar de trabajar un género tan distinto al de Gorillaz. Y es que la cosa no termina ahí: desde canciones totalmente discotequeras y maquinares, como la que pone título al álbum, hasta tintes grunge que se escuchan en Skinny Ape, pasando por pinceladas de baladas R&B como en Baby Queen.
Como nota a destacar, es cierto que encontramos una división en el álbum, que comienza con un estilo indie/alternativo muy fiel a Gorillaz y corona en las tres últimas pistas (excluyendo los remixes) con temas con una sonoridad más cercana al hip-hop y el rap, determinadas por los colaboradores de las mismas. En todos los casos encontramos el mismo esmero por los detalles, una mezcla y masterización a la altura de los mejores y sobre todo, unos bajos que en el caso de Controllah, resuenan como un terremoto.
Fuente de la imagen: web oficial de Gorillaz.
Unas colaboraciones excepcionales
Algo que me alegra especialmente cuando escucho una súper producción, es la participación de diferentes artistas, y cuanto más heterogénea, mejor. De esta manera, cada participante puede aportar su granito de arena a la mezcla final, que bajo una dirección creativa experta, da como resultado un álbum donde no podemos esperar lo que va a venir. Cada canción necesitará nuestra atención, pues conforme avanza el álbum, nuevos ingredientes son añadidos a la mezcla, enriqueciendo la sonoridad de este trabajo que es, sin duda alguna, excelente.
«Cracker Island» es un viaje por un sinfín de sonoridades y si el diablo está en los detalles, este álbum es totalmente infernal. No me cansaré de recomendar y alabar el trabajo bien hecho, se ajuste o no a nuestras preferencias musicales, y este álbum no debe pasar por alto para los aficionados a la música.
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