Crónica de Avantasia en Madrid

Crónica Avantasia Madrid

El pasado sábado 12 de Abril, todos los amantes del power metal teníamos una cita ineludible en el madrileño Palacio de Vistalegre. Y es que los Avantasia del carismático Tobias Sammet tenían una parada en la capital dentro de su gira Here be Dragons. Sin más dilación, bienvenidos a nuestra crónica de Avantasia en Madrid. (Ndr: lamentablemente no tuvimos a ningún fotógrafo disponible así que tuve que hacer yo mismo las fotos con mi móvil. No son demasiado buenas, pero espero que disfrutéis de la crónica igualmente.).

Un refugio de la lluvia

Antes de hablar del concierto en si, voy a dedicarle unas líneas a las horas previas. Llegué sobre las diez de la mañana a Vistalegre, con la intención de asegurarme un puesto en primera fila para disfrutar del espectáculo. Misión cumplida. Para mi sorpresa, no fui el primero en llegar, pues unos cuantos valientes llevaban ahí desde las ocho de la mañana. Según fue avanzando la mañana fue llegando más gente, hasta que formamos un buen grupo en el que echarse unas risas, compartir anécdotas y en general amenizar la espera.

Crónica Avantasia Madrid

El problema vino pasado el mediodía, cuando empezó a tronar y llover con fuerza, lo que nos hizo refugiarnos bajo un andamio hasta que terminó la lluvia. Por suerte a la hora de hacer la cola salió el sol y no volvimos a tener ningún problema con el clima. Sobre las 18:30 se abrieron las puertas y pudimos entrar al recinto, en el que nos recibió el enorme telón negro con el logo de la banda en blanco que tapaba el escenario. Durante la siguiente hora y media pudimos escuchar una selección de clásicos rockeros de los 80. Y finalmente, sobre las 20:10, las luces se apagaron, el telón cayó y con toda la banda en el escenario, dió comienzo el espectáculo.

Bienvenidos al (Creep)show

Como no podía ser de otra manera, la encargada de abrir el concierto fue «Creepshow». Aquí pudimos ver a la «base» de Avantasia en esta gira: Obviamente el señor Sammet, los guitarras Sascha Paeth y Arne Wiegand, el batería Felix Bohnke, el teclista Miro Rodenberg y el bajista André Neygenfind. También vimos a las vocalistas Adrienne Cowan (Seven Spires), Chiara Tricarico (Moonlight Haze) y Herbie Langhans (Firewind) en el puesto de coristas. Desde un primer momento el sonido fue genial, al menos desde dónde estaba yo. La euforia del público se desató del todo con el primer clásico de la noche:»Reach out for the light». Adrienne tomó las riendas vocales junto a Tobi, dejando claro por qué es considerada por muchos (yo el primero) una de las mejores voces metaleras del planeta. El inmenso agudo que dió la estadounidense a mitad del tema desencajó mas de una mandíbula y causó una más que merecida ovación.

Crónica Avantasia Madrid

Tras esto Tobi se dirigió al público para decirnos que, pese a tener la cerveza mas cara de Europa, siempre está encantado de venir a Madrid y recordarnos que tenían un nuevo disco: Here be dragons. Esto dió paso a «The witch», en la que subió al escenario Tommy Karevik. El vocalista de Kamelot apareció encapuchado, aportando un extra de oscuridad a un tema que recuerda mucho a su banda madre. Después de esta, Tobi nos recordó que aparte de los clásicos y las canciones nuevas también sonarían canciones que nunca antes habían tocado en Madrid, y que la siguiente sería una de ellas. Se trataba de «Devil in the belfry», en la que Herbie abandonó su puesto de corista y acompañó a Sammet en las voces. Tras ella volvieron al último disco para tocar «Phantasmagoria», en la que contaron con Ronnie Atkins (Pretty Maids). Me alegró verle en buena forma, ya que ha tenido problemas graves de salud recientemente.

Contra el viento

La siguiente en sonar fue «What’s left of me», en la que el simpático Eric Martin de Mr. Big tomó el escenario. Se le escuchó bastante bien, pese a los diversos problemas vocales que ha tenido. Eric se quedó en el escenario para cantar «Dying for an angel», en la que el respetable no dejó de saltar y cantar a todo pulmón. Como para no hacerlo, que temazo. Después de que Tobi le dedicase unas bonitas palabras a esa gente que se dedica a criticar en redes sociales, le llegó el turno a «Against The Wind». Aquí hizo acto de presencia el huracán humano conocido como Kenny Leckremo (H.E.A.T.), que devoró el escenario. Siguieron con la propia «Here be dragons». Sammet la introdujo diciendo que era tremendamente difícil de cantar, pero que por suerte contaba con nosotros. Y por si no fuéramos suficiente, también contó con Tommy y con las coristas, que hicieron un fantástico trabajo a lo largo de todo el concierto.

Y hablando de ellas, para la siguiente canción Adrienne volvió a bajar al escenario, pues había llegado el momento de viajar a «Avalon». Esta sería la última canción de Here be dragons que sonaría esta noche, y además es mi favorita del disco. Aquí vuelvo a destacar el trabajo de Adrienne, de verdad que la voz de esta mujer es de otro mundo. A continuación Tobi nos pidió toda nuestra energía, porque se acercaba una canción descomunal. Y es que la siguiente en sonar sería la titánica «Let the storm descend upon you». A lo largo de sus 12 minutos, todos los músicos tuvieron su momento de brillar junto a Sammet, Herbie y Ronnie. Este último fue el único vocalista que se quedó en el escenario, y tras invitar a Eric, juntos nos llevaron a la «Promised Land». Al terminar la canción, la veterana pareja abandonó el escenario y las luces se apagaron.

Una sinfonía malvada

La luz volvió a la vez que empezaba el riff de «The toy master», canción que originalmente cantó el mítico Alice Cooper. Pudimos ver a Sammet sentado en un enorme trono alado y llameante, desde el cual interpretó gran parte de la canción. El nivel de teatralidad y espectáculo fue tan alto que el propio Alice parecía haber poseído a Tobias.

Tras esto anunció que la siguiente canción sería «Twisted Mind» y abandonó el escenario, cediéndole el protagonismo de nuevo a Ronnie y Eric. Esta canción fue de las que más disfruté de todo el concierto, algo de lo que mis cervicales aún no se han recuperado. Al finalizar, ambos vocalistas abandonaron el escenario mientras que empezó a sonar una intro sinfónica. Había llegado el momento de la que, para mí, es la mejor canción de Avantasia: «The wicked symphony».

Tommy y Kenny se encargaron de las labores vocales, en un dueto que contrastaba la elegancia del primero con la potencia del segundo. Un momento verdaderamente mágico. Tras ello, Herbie presentó «Shelter from the rain», otra de mis favoritas. Kenny volvió a hacer acto de presencia en este tema. Por fin llegó el momento de la vuelta de Sammet, que nos pidió que iluminásemos la sala con nuestros móviles. Esto solo podía significar una cosa: le llegaba el turno a «Farewell». Entre las luces y la preciosa voz de Chiara, no negaré que se me escapó alguna lágrima.

Tras esto interpretaron «The Scarecrow», de nuevo con Ronnie. Para sorpresa de nadie, el público enloqueció con ella. Finalmente tocaron «Death is just a feeling». Su extraño inicio y su posición en el setlist me dejaron algo frío, pero en cuanto llegó su gran estribillo se me pasó. Al terminarla todos los músicos abandonaron el escenario.

Los ángeles caídos

Vamos llegando al final de la crónica de Avantasia en Madrid. Los bises comenzaron con Tobias volviendo al escenario después de que unos miembros del crew colocarán un piano en medio del mismo. Nos comentó que él no es pianista, pero eso no le iba a impedir tocar la siguiente canción, y que si «la cagaba», era una prueba de que no llevan prácticamente nada de pistas pregrabadas ni playback. «No confiamos en la inteligencia artificial, solo en la estupidez humana», dijo antes de empezar a tocar la emotiva «Lucifer». A mitad de tema, y coincidiendo con la entrada del resto de la banda, el piano empezó a arder. Uno de los momentazos visuales del concierto, sin duda. Siguieron con «Lost in space», que fue muy coreada por el público.

Crónica Avantasia Madrid

Antes de la última canción, Tobias volvió a dirigirse al público para darnos las gracias y decir que mientras que Avantasia siga en activo seguirán viniendo a Madrid. En mitad del discurso alguien del público le tiró unas bragas, en uno de los momentos más divertidos del show. «Vas a pillar frío… en algún sitio», bromeaba Sammet. Tras esto llegó el momento de «Sign of the cross», en la que el público no paró de saltar. Y como siempre, a mitad de la canción salieron todos los invitados para cantar el estribillo de «The seven angels». A la vez, en la pantalla de fondo apareció una bandera de España en la que se leía «Madrid, estáis locos». Tras lanzar baquetas y púas y despedirse de nosotros, Avantasia abandonaron el escenario, dejándonos a todos con la sensación de haber presenciado algo histórico.

Conclusiones de la crónica de Avantasia en Madrid

Que barbaridad de concierto. Tobias llevaba meses avisando de que esta gira sería la más impresionante de toda la carrera de Avantasia, y no decepcionó. Ya me volaron la cabeza el año pasado en el Zlive pero lo del pasado sábado estuvo a otro nivel completamente. Un elenco de músicos maravillosos, un setlist sensacional, toneladas de atrezzo y más fuego que en la comunión de charmander. No se puede pedir más. Probablemente el mejor concierto en el que he estado en la vida.


¡Muchas gracias por leer! Si os ha gustado esta crónica de Avantasia en Madrid, os recomiendo echarle un ojo a nuestras reseñas de los últimos discos de Avantasia y Arch Enemy, al tercer episodio de nuestro podcast Rock y otras drogas en Youtube y Ivoox y a nuestra entrevista en video a Catalina Grande Piñón Pequeño

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