La agrupación de rock budista Red Moon Yard nos llevó al Teatro Eslava en Madrid el pasado viernes por su gira Pureland. Os contamos como fue la experiencia aquí, en Rock For Everyone:
El Rock Budista llega a Madrid
Nos adentramos a Madrid centro, en el mítico Teatro Eslava (anteriormente Joy Eslava) para ver al grupo de rock Red Moon Yard. Marcos Fermoselle, epicentro y cabeza pensante de la agrupación, afirma ser la primera banda de Rock Budista. ¿Y qué es el rock budista? En lo musical el estilo de Red Moon Yard es un rock americano, muy clásico, con referencias del psicodélico y toques de rock progresivo. Si me preguntáis a mí, es mezclar The Alan Parsons Project, Neil Young, The Doors y Lou Reeds.

Sin embargo, lo musical es incluso lo de menos. Lo importante de este género es el mensaje que hay detrás de cada canción. Todas las canciones hablan de las vivencias del compositor desde el budismo y de las enseñanzas que le han transmitido, demostrando que en el rock, no existe más frontera que la que tu impongas. Este mensaje fue el que marcó una noche muy espiritual, con buen rock y dos grandes sorpresas.
Así sonó Red Moon Yard en Madrid
Con un Teatro Eslava que se fue llenando hasta los topes, llegabas a la mítica sala con el primer plano de unos mensajes budistas en la pantalla del escenario. El show empezó un poco tarde, esperando a que la sala se llenara tanto en la pista como en los palcos. Una audiencia variopinta, desde rockeros a amigos de los músicos y ante todo familias. Un ambiente muy familiar con gente más joven e incluso niños. Ya solo por conseguir atraer a tanto público considero el concierto un rotundo éxito.
Un comienzo algo confuso
Las dos primeras canciones fueron Inner y September. La verdad es que o por al ausencia de una presentación, por el estilo de las canciones o por un público que parecía inexperto en conciertos de rock, las canciones pasaron algo desapercibidas. Los músicos se subieron directamente al escenario y se pusieron a tocar, no hubo nada para empezar a caldear el ambiente. Creo que eso es un error. Pese a ser una práctica más moderna y habitual en el metal, consigue que el público se centre directamente en el escenario.

Aun así, la velada comenzó muy bien por el sonido tan envolvente y sólido de la agrupación. Se nota que son músicos con mucha experiencia a sus espaldas. Con una pausa para presentarse, llegaron Paula y Hang Out. Las piezas cada vez eran más cañeras y el público estaba entrando en ambiente (mientras el teatro seguía llenándose). Lo mejor en las primeras piezas fue sin duda los solos de guitarras. No se necesita distorsión a lo loco para conseguir un sonido sólido.
Empieza a subir el nivel
Las quinta canción que sonó fue Kissing Disorder, una de sus canciones con más escuchas. Con un inicio que pasó algo desapercibido consiguieron que la sala entera mantuviera la atención en ellos. Los solos de guitarra otra vez fueron los puntos clave de la canción. Con She el nivel subió, en cuanto a sonido, virtuosismo y sobre todo caña cuando en algunos momentos el estilo podía hacerse algo repetitivo. Lo que más me gustó del tema fue que el público empezó a entregarse más . Ya empezaba a parecer un verdadero concierto de rock.

Tras She llegamos a dos de los temas más espirituales de la velada. Mantra y Samsara. A partir de aquí el público ya empezó a cantar las canciones y no solo bailarlas. Por desgracia hubo también fue a partir de ahí cuando la pantalla del escenario empezó a ser algo caótica, poniendo las letras desordenadas y mal. El problema vino cuando la gente no se sabía la canción y solapaba con la banda.
Orgullo y sorpresas…
Con Proud Marcos Fermoselle dio un discurso sobre como cambió su vida y fue uno de los momentos más aclamados por el público. Tras eso llegó una de las sorpresas que nadie esperaba de la noche. Red Moon Yard presentó una canción completamente nueva: Lama’s Song. Una canción que en lo musical seguía la línea de lo que es Red Moon Yard pero que gustó mucho entre el público.
Kappa4 pasó algo desapercibida, y fue uno de los momentos en los que lo emitido en pantalla era caótico, haciendo lío entre el público. Sin embargo la calma venía bien para la sorpresa más grande de la velada.
Una invitada que nadie esperaba
Llega la que es una de las canciones más famosas de la agrupación de rock budista. Se nos prometió que sería una noche de sorpresas y así fue. Por si no fuera suficiente que nos adelantaran un tema nuevo, Fermoselle decidió ir por todo lo alto con una invitada de alto nivel. Y es que Weird Song, el tema estrella de la banda, fue interpretado con la colaboración de Marilia Andrés, de Ella Baila Sola. Alargaron con esta colaboración la pieza. Lo más divertido de esta parte fue el duelo de solos de guitarra en patrón de pregunta/respuesta.

Tras esto sonaron Hey Mo y Queen, momentos en los que el público dio todo lo que quedaba y un final apoteósico para una noche espiritual llena de sorpresas y buen rock. Red Moon Yard es una banda que promete dar un gran mensaje en este país.
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