Había ganas de escuchar en primera persona como suenan en directo las canciones del nuevo disco de Romanthica y nada mejor que hacerlo en una noche especial para la banda como prueba de fuego ante los suyos, en su ciudad y con unas ganas tremendas de ofrecer un show como el que nos tienen acostumbrados David, Rubén y compañía. Y, como podéis comprobar en esta crónica de Romanthica en Barcelona, no fallaron.
Hard Rock melódico con corazón
Antes de ir a por la crónica de Romanthica en Barcelona, comienzo hablando de los teloneros. Los encargados de abrir la velada serían unos viejos conocidos de la escena local, la banda de hard rock melódico Heart 2 Heart, que ya llevan unos años subiéndose a los escenarios y que venían dispuestos a defender en vivo su nuevo <<Alley Of Dreams>>. Así que, como no es de extrañar, la mayor parte de su repertorio estaría formado por canciones del mismo, aunque también hubo tiempo para disfrutar de algunas de las canciones de su primer trabajo <<Never Gonna Stop>>.
Salieron con una energía que se trasladó a un público que poco a poco iba entrando en la sala, entrando en calor con temas como «Alley Of Dreams«, «Reach Out Your Hand» o «Empty Streets«, que hacía gala de su elegancia rockera. Guitarras melódicas y la poderosamente dulce voz de Sara Verge se fundían en canciones como «2000 Miles» o el pegadizo estribillo de «Feel Your Heart«.
Una actuación tan convincente como solvente, que dejaron un buen calado en los asistentes al ritmo de «Hold Me«, «Mine in the End» o una «Stay» que pondría el broche final, todo ello en compañía de la voz de un sonriente David Balfour, de los irlandeses Maverick, que parecía disfrutar del show como uno más de la formación catalana.
Réquiem de un resurgir
Atrás quedó aquella noche, hace poco más de año y medio, en el que Romanthica rendían tributo con motivo de su aniversario a <<Eterno>>, y más lejos aún la presentación de su anterior trabajo <<Músicas Para el Fin del Mundo>>, así que es lógico que la expectación por ver a los catalanes con su nuevo disco bajo el brazo hiciera que la sala Salamandra presentara una muy buena entrada para la ocasión. Sin más, os dejamos con la crónica de Romanthica en Barcelona.
El compás denso, pausado y oscuro de la lúgubre «Réquiem» nos hacía prever aquella iba a ser una gran noche para el rock gótico, y es que la combinación de las nuevas composiciones y los grandes clásicos (más alguna que otra sorpresa) resulta indudablemente ganadora. Y así, sin tiempo para coger aliento, el quinteto descargaría una veloz «Arder» para la alegría de sus seguidores más fieles y veteranos, y es que hablamos de un tema de aquella primera maqueta que se quedaría fuera de su primer disco.
La emotiva «Perderme En Ti» ponía de manifiesto la fuerza y personalidad vocal de David Gohe, con un trabajo repleto de matices y sentimiento, que sonó espectacularmente arropado por las guitarras del siempre sobrio Rubén Rosas, la otra mitad del alma de esta banda, y un Marco Papiz aportando elegancia y melodía a las seis cuerdas. Poco tuvo que envidiarle una pegadiza «Cuchillos de Neón» que siempre funciona como un cañón en sus directos.
De corazones y oscuridad
La noche nos tenía reservada en forma de sorpresa la colaboración de varios músicos que no se querían perder la cita, y el primero de ellos sería un Carles Salse para poner la firma en forma de un espectacular solo de guitarra a una «En Lo Más Profundo» que está llamada a ser una de las fijas en sus próximos repertorios. Y razones no le faltan. Lo mismo se podría decir de una melancólica «Qué Más Da» que ha llegado para quedarse, con un precioso estribillo y esa resplandeciente tristeza que tan presentes están en las letras de sus canciones.
Seguíamos mirando a su anterior álbum para rescatar la potente «Dos Corazones» de tintes electrónicos que tan bien le sientan a sus composiciones, como perfecto preludio para una «Te Extraño«, último sencillo, que combina y domina a la perfección todos los ingredientes que conforman la esencia del sonido Romanthica. Y tras una pequeña pausa aparecería sobre el escenario Daniel Soler, guitarrista de la formación más clásica de la banda, para regalarnos un, aún más clásico, «Regreso al Sur del Edén» con el que resulta imposible no emocionarse en compañía de unos versos en los que la voz de David se desgarra y desnuda desde lo más profundo del alma.
Llegaría el momento de dejarse llevar por la calidez de «Esta Oscuridad» tras la que sonaría una «Flor Marchita» que, para el que aquí firma, es sin duda una de las mejores canciones que han escrito a lo largo de su trayectoria, que no es precisamente corta. Su compás increscendo, las melodías sintetizadas y esa explosión eléctrica que supone su brillante estribillo son las culpables de ello. Por cierto, desde aquí me gustaría destacar la fuerza vocal de Rubén defendiendo en solitario su último estribillo, para sorpresa de propios y extraños. ¡Vaya noche!
Final de la crónica de Romanthica en Barcelona
La última sorpresa de la velada la protagonizaría la delicada voz de Diane Besix compartiendo escenario con un David entregado a la causa, en un juego repleto de teatralidad y una complicidad evidente entre ambos. Pero sin duda, uno de los grandes momentos del concierto llegaría con una «Mercurio» en la que la base rítmica del bajo de Dani Miranda y la pegada a la batería de Enry Roca hicieron temblar las cimientos del recinto. Y así, llegaba el turno de despedirnos, o eso nos hacían creer, con la preciosa «Adiós«.
Y es que poco duro la espera para, ahora sí, encarar la recta final del concierto con una «Al Final» que se ha convertido en la banda sonora de cualquier seguidor del grupo, y es que nos lleva acompañando prácticamente desde el principio y, ojalá, no nos falte nunca. Porque ese día, la echaremos de menos, mucho, pero aún no somos conscientes de ello. Pero no nos adelantemos en el tiempo y disfrutemos como se merece de una gran canción como la pegadiza «Estrella Fugaz«.
Nadie quería que se acabara el recital y Romanthica tenían un último as guardado bajo la manga. «Muriel» sirvió como una emotiva, intensa y perfecta despedida de un concierto que, a pesar de algún que otro fallo en el sonido, dejó un sabor de boca espectacular entre sus seguidores y que supone esta puesta en marcha de esta nueva era de unos Romanthica que, en realidad, nunca se fueron. Siempre estuvieron allí y, ojalá, lo sigan estando muchos años.
Crónica y fotos de: Lluís «DiMu» García @dimuphoto
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