Madrid se rinde a la contundencia de Voul y de Santo Rostro.

Ahora, en tiempos de tormentas, es importante mirar al cielo. Así, podemos saber si la lluvia estropea nuestros planes al aire libre. Sin embargo, en muchas zonas del planeta, como sabéis, lo hacen para sobrevivir. Miran al cielo para ver si se acercan los bombardeos, para comprobar si tienen que ponerse a cubierto y, sobre todo, para proteger a sus seres queridos. Sí, guerras inhumanas en pleno siglo XXI a las que no se les ve ninguna solución cercana y, por lo tanto, harán que muchas familias pasen las peores navidades de su vida. De todas formas, estoy seguro que, a pesar de todo, no faltará en ningún árbol navideño de Ucrania sus famosas telarañas. Un adorno tradicional de allí que atrae a la suerte y al bienestar porque viene de una leyenda sobre una mujer pobre y viuda que no tenía dinero para decorar su abeto y, entonces, por la noche, un grupo de arañas tejió una tela gigantesca que cubrió todo el árbol. Al amanecer, esas telarañas se convirtieron en hilos de brillante oro.

Santo Rostro. Foto de Sergio Albert

«Telarañas» es una canción de la banda metalera Santo Rostro que también se convirtió en oro durante la brillante actuación que estos jiennenses nos ofrecieron el pasado viernes 3 de noviembre en la sala Wurtlitzer de Madrid. Un gran concierto organizado por «Zarpazo», gente inteligente que realiza eventos culturales y, de paso, nos dan a probar su rica cerveza artesanal.

Voul. Foto de Sergio Albert

Antes de los esperados Santo Rostro, los madrileños Voul subían a las tablas para envolvernos con su sonido brutal. De esta manera, empezaron a latigazos con un tema instrumental en el que destacaban las líneas de bajo de Sataniel Adrift. Después, comenzaron a diseccionar las canciones de su álbum «Concrete Cult», un trabajo muy Sludge con muchos matices de tres músicos que saben lo que quieren y lo hacen. Por esto mismo, nos sacudieron con la hardcorera «Pain Brigade» y nos retorcieron con una densa «The Abyss Awaits». Edu Moho, desde la batería, nos asombraba con su death growl gritado y muy perfeccionado, una voz gutural que creaba el ambiente perfecto para tutear a nuestros demonios. Nos encantó escuchar la crudeza de «My Ruin» y, luego, interpretaron un tema nuevo que Alberto, a la guitarra, supo darle la liturgia necesaria propia de una misa negra.

Voul. Foto de Sergio Albert

Llegó el momento de «The Regulator», la versión de «Bad Brains», los pioneros del Hardcore Punk, que Voul la interpretó más disonante y despiadada. Llegando al final de su recital, sonó muy Doom su «Lime Wall» para despedirse con otra creación nueva llena de suspense que nos dejó con ganas de volver a verles.

Seis largos años han trascurrido para que Santo Rostro, la banda referente del Sludge/Doom nacional, nos regalara otra bomba discográfica. No obstante, lo han vuelto a hacer. Parecía que su tercer disco «The Healer» sería la cumbre de su carrera pero en marzo lanzaban un nuevamente insuperable trabajo llamado «Después no habrá nada». Un EP en castellano que tuvimos la suerte de disfrutar en directo el pasado viernes. Los jiennenses decidieron comenzar fuerte con su «Cut my hand» y, en ese momento, la única incertidumbre que tenía respecto al éxito del concierto desaparecía. Sí, el nuevo batería Rafa Zepol tiene la potencia que exige este ambicioso proyecto. Entonces, se metieron de lleno en su nuevo álbum y nos deleitaron con los cambios de ritmo de «Carcasa Digital» y de «Aire» que, además, tiene un puntillo flamenco dentro de su oscuridad que enamora. Después, recordamos el «Once Again» de su segundo disco (II: the Bleed) y fue apoteósico el momento de la mencionada «Telarañas», una explosión con rasgos psicodélicos en la que el líder de Santo Rostro, Antonio Gámez (voz y bajo), lo dio todo.

Antonio Gámez, voz de Santo Rostro. Foto de Sergio Albert.

A partir de ahí. el público enloquecía y las seis primeras filas se rompían transformándose en un tremendo y liberador pogo, el baile que inventó Sid Vicious. Así, en esa atmósfera, interpretaban «Vacío Inicial» que solo sirvió para aumentar la demencia y, seguidamente, «Dentro de otro Sol», el primero de los tres capítulos que conforman su inmensa obra «Matriz» y que está incluida dentro de su último trabajo «Después no habrá nada».

Miguel Ortega de Santo Rostro. Foto de Sergio Albert.

Santo Rostro decidía terminar este viaje al inframundo con «Annual», el temazo que grabaron para la imprescindible colección «Grados, minutos y segundos» de Spinda Records. Ahí, el insigne guitarrista Miguel Ortega que, en mi opinión, fue la sensación de la noche, volvía a puntear descarnada y descaradamente tal que un poseído. Solo en su mundo, absorbiendo alguna extraña energía inspiradora, con la cabeza hacia atrás y la vista en el techo porque, como ya sabéis, ahora, en tiempos de tormentas, es importante mirar al cielo.


Si os ha gustado esta entrada sobre la gira de EFFE en España os recomiendo que leáis también estas otras: Nothing But Thieves en España en 2024, Reseña de Spine de Myrkur. Y además tenéis enlace a la entrevista en vídeo que le hicimos a Sergio González «Suko», guionista, escritor, cómico, colaborador del Hormiguero, cantante, y compositor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *