Canciones de rock para dedicar en San Valentín

El 14 de febrero es un día muy especial para muchas parejas en todo el mundo. La mayoría celebra San Valentín regalando flores, cenando en restaurantes caros y mandándose cartas que seguramente jamás escribirían el resto de días del año. Pero nosotros queremos volver a las verdaderas raíces del mito, allí donde el pobre San Valentín fue lapidado y decapitado por casar a parejas jóvenes a espaldas del Imperio Romano. ¿Acaso una situación así no da para hablar de canciones heavies y rockeras? Aquí nuestras recomendaciones para dedicar en San Valentín, ajustándonos a la amplia variedad de enamorados que existen.

Still Loving You – Scorpions

Perfecta para: aquellos que han perdido al amor de su vida y quieren recuperarlo de la forma más épica posible.

Evidentemente, en un listado como este no podía faltar una de las mejores baladas rockeras de todos los tiempos. Cantarla debajo de la ventana de tu ex hará que vuelva a caer en tus brazos al instante, sin necesidad de aprender sobre responsabilidad afectiva ni moderneces del estilo. Eso sí, intenta tener al menos el B1 de inglés, que luego la letra se malinterpreta…

Náufrago – Sôber

Perfecta para: hombres seguros de sí mismos que pasan de la masculinidad frágil.

Cuando estamos enamorados no tenemos por qué sentir mariposas en el estómago, encelarnos cada vez que nuestra pareja habla con alguien o pensar desesperadamente que sin ella o él no somos nada. Basta con querer, de la forma más pura, lo mejor para la otra persona. Acompañarla y hacerla sentir especial, igual que nosotros lo somos cuando estamos a su lado. Así haya que esperar un año, un siglo, o una eternidad.

I Was Made For Lovin You – KISS

Perfecta para: los que quieren llevar la relación a un estado más… horizontal.

Uno puede declararse de mil formas diferentes. Con canciones moñas, y con temazos que cogen lo mejor del disco y el rock y lo unen en un himno al placer carnal. Los KISS eran expertos en esto último, y este temazo es infalible si quieres dejar claras tus intensiones libidinosas. IMPORTANTE: el maquillaje y la ropa hortera son OPCIONALES.

Perro Traidor – Saratoga

Perfecta para: aquellos que siguen sin superar lo de su ex.

Decía un famoso cantautor patrio que «el amor es eterno mientras dura». Y vaya si tenía razón. Nada es para siempre, ni el amor ni aquella horrorosa serie de sobremesa de Antena 3, y cuando se ama tanto, las cosas suelen acabar muy mal. Destrozando la confianza con mentiras, humillaciones y hasta demandas de divorcio. Da igual si eres más de Tete o de Leo, llévate el radiocassette a la nueva casa de tu ex y desgárrate la garganta con este estribillo que es historia del heavy nacional.

The Sacrament – HIM

Perfecta para: las almas que creen en el amor más allá de la insondable oscuridad del tiempo.

Una mansión victoriana. Una noche de tormenta. Dos almas eternas que tienen la desdicha de encontrarse en cuerpos mortales. Una promesa de amor infinito, más fuerte que la muerte, como un verdadero sacramento que jamás se ha de romper. Siglos más tarde, tu sudadera de HIM te sigue estando bien, y de hecho, es tu prenda más elegante. Tarareas este estribillo en el metro, atestado de gente escuchando el último de Bud Bunny. Y de pronto, alguien te mira. Es ella, no hay duda. Y ha cruzado océanos de tiempo, con tres trasbordos, para encontrarte. El amor siempre triunfa.

Antojo de un Dios – Avalanch

Perfecta para: los que solo aspiran a tener crush y amores platónicos.

No, la mejor balada de la historia del heavy metal en español no habla sobre ti y esa chavala que te ha sonreído dos veces en clase. Rionda la escribió dentro del concepto bíblico de El Ángel Caído para encumbrar el enorme sacrificio de amor de San José al enterarse que su mujer estaba esperando un hijo del Todopoderoso. Se conformó con tenerla al lado, y hasta crío al chiquillo, dándole un trabajo digno antes de convertirse en Mesías. Irónicamente, ahora su santo es el Día del Padre. Y sí, claro que puedes hablar con ella, quién sabe, hay gustos para todo. Trump se ha casado tres veces, imagínate.

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