Desde Rock For Everyone os traemos la crónica de La Renga en Madrid, para ser más exactos en el WiZink Center. Una noche que desde luego, es digna de recordar. ¡Comenzamos!
Una previa que ni en la Champions
Para quienes no conozcan a la banda, La Renga es un grupo de hard rock nacido en Buenos Aires, en Argentina. Desde 1988, se han ganado un grupo de adeptos a ambos lados del Atlántico muy fieles los a su música.
¿Y por qué os contamos esto? Cuando llegué al Wizink Center, lo primero que me encontré fue la Plaza de San Felipe completamente llena. Un ambiente muy fiestero, muchas camisetas de fútbol y banderas que en la lejanía no se podían distinguir. «Será por los partidos del Atleti y el Barça» – pensé yo. Iluso de mí. Según me voy acercando, empiezo a diferenciar los cánticos, y leer en las banderas La Renga. Llamar a tantas personas, un día de diario, con dos partidos de Champions y reunirles en un concierto es una hazaña que pocos logran.
Según nos reunimos los cronistas y los fotógrafos en el punto de entrada de prensa, nos comunican que en vez de entrar para las tres primeras canciones al foso, que entraremos al final de la primera canción para poder hacer las fotos durante las tres siguientes. Políticas del Wizink. Habiéndonos perdido el primer tema, comienza para nosotros el concierto.
Un público completamente entregado y apasionado
La primera imagen que tuvimos cuando llegamos al foso fue de un grupo de seguridad llevándose a un fan que estaba haciendo crowdsurfing y que iba completamente borracho. Después de casi darle una patada en el aire a mi compañero Nicolás y a su cámara, empezamos a escuchar. La última vez que vine al Wizink fue en 2018 para el concierto de Mägo de Oz del Diabulus in Opera, y salí con sentimientos encontrados respecto al sonido. Con seis años de diferencia, vi una mejoría en sonido completamente brutal.
Y es que mientras sonaban los guitarrazos en <<Detonador de Sueños>>, el público cantaba, saltaba y gritaba que daba gusto. Tete corría de un lado para otro y dirigía a las masas mientras Chizzo hacía su papel a la voz y a la guitarra. Fue en el último de estos tres temas, <<A La Carga Mi Rocanrol>> cuando pudimos ver a Manu y su saxofón entrar en acción. Una auténtica maravilla de sonido, de solo, y que bien juega con la guitarra.
Tras terminar esta canción, tuvimos que irnos los de prensa y entrar como público por la entrada lateral de la Plaza de San Felipe. No termino de entender el por qué de estas políticas. El caso es que tras unos minutos de espera, y habiéndome perdido un tema, llegué para el final de <<Motoralmaisangre>>. Tremendo solazo de guitarra. Tras eso, comienza mi verdadera experiencia como concierto.
«La Renga es un sentimiento»
Con este cántico constante durante toda la velada, pude comprobar que no lo gritaban por gritar. Cuando terminó el tema, le pregunté a un asistente cuál era el tema que habían tocado, ya que era la primera vez que les veía en directo. Según dije eso, el hombre me miró con los ojos como platos, habló con su amigo y con un agarrón de mi brazo, me arrastró hasta el centro de la marabunta con el resto del público. «Aquí vas a vivir lo que es realmente La Renga.» Mil gracias, caballero anónimo.
Y es que cuento esto porque me parece muy injusto hablar en está crónica del concierto de La Renga en el Wizink sin hablar de todo el público reunido en Madrid. Me acogieron como a uno más y me fueron explicando los temas, las canciones y contaron anécdotas de otros de los bolos de la banda. También me tiraron unas cuantas cervezas encima, pero me dijeron que «no podías vivir un concierto de La Renga si no te bautizan como Dios manda.» Me bautizaron un total de 17 veces esa noche.
Cada tema que cantaban era un auténtico himno. Todos los asistentes con las manos arriba siempre, cantando a pleno pulmón y dejándose la voz en cada acorde. <<Corazón Fugitivo>>, <<Ese Lugar de Ninguna Parte>>, <<Cuando vendrán>>… Es que daba completamente igual que tema cantasen, en todo momento el público estaba ilusionado y motivado para darlo todo.
Si debo destacar algún momento en particular de la noche, sin duda alguna fue cuando tocaron una de las favoritas del público. <<Balada del Diablo y la Muerte>> Con gente llorando, una batería que marcaba el ritmo que todos llevaban en el corazón y uno de los mejores solos de guitarra que he visto en directo, nos encantaron a todos con sus melodías.
Otros de los temas favoritos durante este conciertazo fueron <<El Revelde>>, <<Oportunidad Oportuna>> o <<El Rey de la Triste Felicidad>>. Todos los músicos dieron un espectáculo brutal. Los solos de armónica y de saxofón sonaban extremadamente potentes. Se ve que mi preocupación por el sonido desapareció muy rápido. Las banderas corrían de un lado para otro sin parar. Parecía más un evento de la ONU con tantos países presentes que un concierto de rock.
Y es que saltando y gritando durante las casi 3 horas de concierto, nos acercamos a la recta final con <<Desnudo para Siempre>>, <<Oscuro Diamante>> y con su habitual, pero no por ello menos épico, final con <<Hablando de la Libertad>>. Todos los asistentes con los que tuve el placer de hablar me decían y me avisaban. «En tu crónica tienes que hablar de esta canción. Te va a reventar la cabeza.» Cuánta razón tenían.
Conclusiones de la crónica de La Renga en Madrid
Sin saber muy bien a que banda me iba a enfrentar, he podido descubrir a unos músicos que no solo llevan casi 40 años a sus espaldas de rock, sino también una unión entre la banda y los fans que muchos envidiarían. Y es que no cualquier banda consigue que un aficionado del Boca Junior y del Rivers canten abrazados como hermanos durante casi 3 horas. Como he dicho antes, La Renga es un sentimiento. Y con todo esto, hasta aquí la crónica del concierto de La Renga en el Wizink Center en Madrid.
¡Nos veremos en los escenarios!
Fotos de: Nicolás Ibañez, @expecie_888
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