Noche británica la vivida en la ciudad condal con la visita de dos bandas muy distintas, tanto en lo musical como en lo que a trayectoria se refiere, pero con un denominador común: La reivindicación como bandera. Unos celebrando tres décadas de historia (con truco) encima de los escenarios y otros irrumpiendo con actitud, descaro, energía y frescura en esta, en ocasiones tan encorsetada, industria. Os dejamos con la crónica de Skunk Anansie en Barcelona.
Desde Londres con amor
Desde el corazón de la escena londinense abrían la velada musical unos desconocidos So Good, un potente quinteto que visualmente ya llamó la atención del respetable. Con apenas un par de músicos (batería y guitarra) ocultando su rostro tras un pasamontañas, un par de bailarinas coristas y una front woman, saltaban al escenario para presentar su EP debut <<Dogs>> y alguna que otra sorpresa.
Una fusión de sonidos eclécticos que van del hip hop al punk, pasando por el pop más experimental, repleto de letras irónicas y de fuerte carga política y social. Canciones como «Hate», «I Hate It Here» o «If I Had A» dieron buena muestra del denominado brat pop del que la banda hace gala y que sirvieron para calentar un ambiente que, poco a poco, iba llenando una sala a la que le costó presentar su mejor versión. Pero, al final, como era de esperar, lo hizo.
Tres décadas izando la bandera del rock
Como uno de los grupos insignia del llamado rock británico, movimiento opuesto al célebre brit pop contemporáneo con un sonido más duro, Skunk Anansie volvían a su querida Barcelona, una de las ciudades que no suelen faltar en ninguna de sus giras, para celebrar tres décadas de música, con un puñado de nuevas canciones bajo el brazo. Aunque si somos sinceros, habría que descontar esa primera década del nuevo milenio en la que decidieron darse un largo respiro.
Y con una puntualidad exquisita saltaron al escenario tras ese pequeño homenaje sonoro a sus compatriotas The Prodigy con ganas de guerra, y que mejor que con una cañera «This Means War», toda una declaración de intenciones de los que estaba por llegar. Un chute de adrenalina inicial que, con la mítica «Charlie Big Potato» de un <<Post Orgasmic Chill>> que acaba de cumplir un cuarto de siglo recientemente, encontraría su perfecta pareja de baile.
La preciosa «Because of You» ponía de manifiesto el enorme poderío vocal de una Skin para la que parecen no pasar los años, con un estribillo cantado a coro por todos sus fieles entre miradas de admiración, emoción y felicidad. «Love Someone Else» y una eléctrica «I Can Dream», de su debut discográfico <<Paranoid & Sunburnt>>, serían las siguientes en sonar con un ritmo endiablado y una envidiable sinergia entre músicos y público.
Los británicos recorrían toda su discografía a base de pinceladas en forma de canciones como «I Belived in You» y «God Loves Only You», que abrían el camino que nos llevaría a uno de los momentos más intensos del concierto de la mano de una preciosa «Secretly». Aunque poco le tendría que envidiar una «Weak» llena de fuerza, con el bajo y la batería de Cass y de Mark Richardson, respectivamente, marcando el compás ilustrado en esta crónica de Skunk Anansie en Barcelona.
En breve tendremos nuevo disco, <<The Painful Truth>>, con una machacona y repetitiva «An Artist Is an Artist» y «Animal» como pequeño aperitivo de lo que nos espera. Entre ellas se colaba una guitarrera «Twisted (Everyday Hurts)» recuperada de <<Stoosh>>, con Ace jugueteando con su instrumento de seis cuerdas como si de un niño con juguete nuevo se tratara, y «My Ugly Boy».
El tríptico formado por «Piggy», la reivindicativa «Yes It’s Fucking Political» que sonó como una tormenta eléctrica con Skin al frente, y una «The Skank Heads» de locura sonora increscendo, nos conducía de forma irremediable hasta el inevitable bis, el único de la noche. Eso sí, con la poderosa líder de la banda navegando entre los brazos alzados de una audiencia convertida en su océano particular océano humano, en repetidas ocasiones antes del merecido descanso.
Final de la crónica de Skunk Anansie en Barcelona
El final del recital nos dejaba otra de sus nuevas composiciones, «Cheers», como perfecto preludio a un cierre por todo lo alto de la mano de dos de sus clásicos más reconocibles, «Hedonism (Just Because You Feel Good)» y la potente «Little Baby Swastika» que nos dejaría con esa extraña sensación entre lo exhausto y las ganas de más. Pero, a diferencia que en el arranque de este tour, no sería esta la noche. Un pequeño borrón a noventa minutos de puro rock ‘n’ roll. ¡Nos vemos pronto!
Crónica y fotos de: Lluís «DiMu» García @dimuphoto
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