El pasado día 22 de diciembre tuvo lugar en la sala Wharf 73 una noche cargada de sorpresas entre las que destaca la presencia de familiares de Adrián del Olmo (Kung Fy) de los cuales ya hablamos en su entrevista.
La noche comenzó con la actuación de ADN como artista invitado que cantó tres canciones, entre las cuales a destacar una punki en acústico que tocó, el público estuvo muy mejorable durante su actuación (estaba la habitual «línea del miedo» entre el escenario y el público), pero él estuvo bastante bien y le auguramos buena trayectoria si sigue con ese rollo.
Seguidamente subió Kung Fy sin tiempo para tonterías (como nos tiene acostumbrados), esos cambios de ritmo, esa voz desgarradora, y los sentimientos palpables en el ambiente, eso es Kung Fy y eso es lo que nos dio.
Los cambios de ritmo que hacía de canción a canción hicieron al público entrar de lleno y eliminar la línea del miedo, lo cual dificultó la labor de nuestro querido Iván y su cámara. Como he dicho antes los sentimientos eran palpables y más aún cuando subió su hermana de la que habla en la entrevista que le hice a Adrián el año pasado. Patricia, que es como ella se llama, cantó con su hermano varias canciones haciendo que se nos derritiera el corazón a todos cuando vimos esa complicidad y soltura que ellos tienen.
Pero no es lo único que nos ablandó el corazón, sino que cuando Adrián le tocó una de sus canciones, la cual compuso para su pareja Laura, a quien se la dedicó, nos quedamos deseando todos (o al menos un servidor), que alguien nos cantara una canción y nos hiciera sentir tan especiales.
Versionó una de sus propias canciones pero esta vez en castellano «Keep Calm, Nothing In Planned». Y pese a que tuvo un problema de sincronización, supo resolverlo con bastante facilidad llegando incluso a hacer que todos soltáramos una carcajada. Aunque no lo he comentado, lo cierto es que la sala en el momento de la actuación de Kung Fy estaba bastante llena, por último agrego que vendió la mayoría de las camisetas que había realizado de merch.
Al término de Kung Fy sube Gatomidi, pero para nuestra desgracia solo dos tercios de la banda, ya que su batera no acudió ese día. Aún así Jimena y Nolasco nos brindaron un buen rato. Aquí llego a un problema, tanto gustó que empezaron a pedirle autógrafos, y haciendo acto de presencia le presté mi bolígrafo (el cual uso para tomar apuntes de los conciertos), pero cuando volví para recuperarlo y apuntar sobre este grupo veterano, había desaparecido, por lo que tuve que usar la tecnología de nuestro tiempo (el bloc de notas).
Pese a las dificultades Gatomidi me sorprendió por sus ganas. No me esperaba que fueran tan cañeros y cachondos y me encantó la versión de Oasis.
Las preciosas fotos que veis las sacó nuestro querido DBA, aquí os dejo el enlace a su Instagram. Y eso ha sido todo lo que sucedió aquella mágica noche, ha informado Rockie.
