Tras dos décadas de carrera musical y diez álbumes de estudio a sus espaldas, los japoneses publican su nuevo trabajo, así que aquí tenéis la reseña de Detox de One Ok Rock. Once composiciones que reúnen todos los ingredientes de su particular fórmula de j-rock de tintes americanos que ya comenzaron a experimentar en su ya lejano <<35xxxv>> de 2015 y culminaron hace unos años, en 2022, con su magnífico anterior <<Luxury Disease>>.
Si aquellos jóvenes estudiantes de secundaria Toru, Ryota y Takahiro dieron sus primeros pasos a ritmo de post-hardcore y punk rock, no cabe duda de que fue a raíz del éxito de algunas de las canciones de su <<JinseixBoku>> de 2013 como «The Beginning», banda sonora de la adaptación live-action de ‘Rurouni Kenshin’, o «Nothing Helps», del videojuego ‘DmC Devil May Cry’, cuando comenzaron a expandir su ambición y horizontes musicales.
Un disco para limpiar el alma
La elegida para abrir el nuevo compacto no podría ser más acertada. «Nasty» tiene toda la energía, fuerza y melodía necesaria para engancharnos a este <<Detox>> desde la primera escucha. ¿Cómo? Con una base instrumental que irrumpe y se mantiene firme de principio a fin, un estribillo tan simple como pegadizo en el que Taka nos invita a jugar sucio y un pequeño solo de guitarra que, en su conjunto, forman un entrante a la altura de lo que nos espera en este viaje musical.
Una de las canciones que ya pudimos disfrutar el año pasado como aperitivo de lo que estaba por llegar es «Dystopia», un perfecto hit single que fácilmente se convertirá en una de sus imprescindibles en directo. Una distopia sonora en la que podemos encontrar ese punto de rebeldía tan característico en sus letras con el amor y el optimismo como bandera que, por cierto, ondean con orgullo gracias a un mensaje que cala con fuerza entre sus seguidores.
De intensidad y ritmo increscendo llega el turno de una «Tropical Therapy» estrenada poco antes de la llegada del álbum. Con un estilo más cercano al power pop y un maravillosamente delicado trabajo de las harmonías, tanto sonoras como vocales. Estamos ante todo un himno que nos impulsa a volar en busca de ese paraíso tropical interior que todos tenemos oculto entre los demonios y palmeras que no siempre nos dejan ver la luz del Sol.
«Delusion:All» no podría decir más con menos. Un título que resume a la perfección lo que podemos encontrar en él, en lo lírico y en lo musical. Otra de esas composiciones llamadas a quedarse mucho tiempo entre nosotros. Un grito de guerra que nace del delirio de alguien que reza por un futuro mejor, quizás escondido tras las muros de una falsa democracia, pero que por muy exhaustos que nos encontremos, debemos derribar los unos con la ayuda de los otros. Quién sabe, quizás sea un iluso, pero una canción puede ser una buena forma de comenzar a hacerlo.
Y así llegamos a la que para un servidor es la joya de la corona. Una «Party’s Over» que tras un desconcertante y engañoso arranque, no tarda en convertirse en la tormenta perfecta marcada por el imponente compás del bajo y la batería de Ryota y Tomoya, respectivamente. Aunque su punto más álgido lo alcanza con un emotivo y poderoso estribillo que nos recuerda que, por dolorosa que sea la realidad, aquella que no nos da segundas oportunidades ni nos permite recuperar el tiempo perdido, debemos enfrentarnos a ella, invitándola a salir de nuestra casa para no volver. No es fácil asumirlo pero en ocasiones llega un momento en la vida en el que hay que entender que la fiesta se ha acabado.
Entre las sonrisas y las lágrimas
Con «Puppets Can’t Control You» nos encontramos en el ecuador del disco, con un Toru desatado a las seis cuerdas, recuperando aquellas sensaciones más agresivas y contundentes de sus inicios, con un trabajo vocal de Taka envidiable aportando melodía tanto en su estribillo como en un maravilloso puente que construye un discurso de fuerza interior y lucha constante que impulsa un optimismo vital para romper esas cadenas a las que nos vemos sometidos. Y así seguimos con esta reseña de Detox de One Ok Rock.
Cambio de tercio con una preciosa «Tiny Pieces». Una power ballad que coquetea con su vertiente más pop sin ningún tipo de complejos ni prejuicios, como debe ser, para destrozarnos por dentro con cada uno de sus versos. ¿Quién no se ha roto en pedazos alguna vez por amor? ¿Quién no lo ha vuelto a hacer otra vez sin aprender la lección? Si alguna vez has llorado con la sensación de que nadie te puede ayudar y has luchado contra esos mismos sentimientos en la oscuridad y soledad de la noche, como si estuvieras atrapado en una pesadilla de la que uno trata de escapar, esta es tu canción. Lo siento. Pero ojalá estos tres minutos y medio te sirvan como cálido aunque pequeño refugio.
Y sin tiempo para recuperarse de las lágrimas derramadas llega una «This Can’t Be Us» dispuesta a darnos la estocada final. ¿Dónde quedó el optimismo de las primeras canciones de este <<Detox>>? Una balada que nace de la melodía de un piano, desnudo, sincero, al que poco a poco se le van uniendo el resto de instrumentos hasta el necesario abrazo final de una sección de cuerda que le añade más emotividad, si es posible, a la composición. La voz de Taka se convierte en el hombro de un amigo en el que llorar por alguien que una vez nos enseñó a amar de corazón, a construir un futuro llamado hogar y a seguir la melodía de una voz que un día se convirtió en nuestra canción favorita. Pero… no fue así… ni fuimos nosotros.
¿Cómo superamos este punto del disco? ¿Y de la vida? No sé si tengo la respuesta pero por lo menos One Ok Rock parece que han encontrado un pequeño antídoto en forma de canción llamada «+Matter». Otro himno de ritmo pegadizo y estribillo para corear de esos que tan bien se les da componer con, de nuevo, el optimismo como eje central. Y no podría llegar en mejor momento. Y es que al final, por suerte, no todo van a ser malas noticias, siempre vamos a importarle a alguien, alguien siempre nos importará a nosotros y, por extensión, todos importamos.
El subidón definitivo llega de la mano de una endiabladamente poderosa «C.U.R.I.O.S.I.T.Y.» que cuenta con la colaboración de los también japoneses Paledusk, quien les acompañarán en su próxima gira por Europa con parada en Madrid el próximo 3 de octubre, y el rapero CHICO CARLITO. Probablemente una de sus composiciones con más adrenalina y agresividad en años que pasa por multitud de estados y de pasajes sonoros. Las ganas de disfrutarla, gritarla y saltarla en el Palacio Vistalegre no os la podría describir con palabras pero os invito a vivirla a todos los que decidáis daros cita allí. No os vais a arrepentir.
Conclusión de la reseña de Detox
Y la despedida la firma una preciosa «The Pilot </3», con ellos como tal, y con nosotros como los pasajeros de este viaje llamado <<Detox>> que trasciende más allá de lo musical, navegando entre un océano de emociones y de sentimientos al que solo hay que volver a darle al play para disfrutar de él. Un tema en el que la tristeza abraza la alegría que nos permite reconstruir un corazón roto a través del perdón para evitar la perdida. Parece sencillo, el saber pedir perdón, pero no lo es, al igual que no lo es el amor, pero qué bonito es tener la capacidad y la valentía de sentir y vivir los dos. Gracias Taka por recordárnoslo.
La música es maravillosa, y poder escribir sobre lo que uno siente y le hacen sentir es una de las mejores terapias a las que uno puede asistir, así que espero que hayáis disfrutado de esta lectura ni que sea una pequeña parte de lo que lo he hecho yo escribiendo. Si os ha gustado la reseña de Detox de One Ok Rock, os dejamos otro contenido que puede ser de vuestro interés:
- Episodio 3 de nuestro podcast Rock y otras drogas en iVoox y en YouTube.
- Crónica de Saurom en Madrid.
- Reseña de El Principito de Saurom.